Desde enero a octubre del 2023, cerca de 11 mil personas en Argentina decidieron donar su tiempo, sus conocimientos y su fuerza a la misión de los Bancos de Alimentos de disminuir el hambre y el desperdicio de alimentos.
Los Bancos de Alimentos que integran la REDBdA desarrollan tareas operativas diarias que, en muchos casos, precisan del apoyo desinteresado de personas que dediquen su tiempo a llevarlas a cabo con el objetivo de que más de 900.000 personas cuenten con un plato de comida. “Clasificar los alimentos recuperados, ordenarlos en el depósito, realizar colectas o cosechar verduras son algunas de las labores en las que más necesitamos colaboración. Hacerlo bien y rápido, implica que esa comida va a llegar a las organizaciones sociales con mayor velocidad y de forma segura. Para cumplir esta meta, el voluntariado nos parece fundamental” explica la Responsable de Operaciones y Donantes del Banco Alimentario La Plata, Antonela Bonora.
Los BdA trabajan con programas de voluntariado diversos, recibiendo tanto a voluntariados individuales, como a corporativos, escolares y universitarios. Durante el 2023, 10.879 personas dedicaron su tiempo para contribuir con la disminución del hambre y el impacto ambiental producido por la pérdida y desperdicio de alimentos. En total, la cantidad de horas de voluntariado sumadas en los BdA hasta octubre inclusive, equivalen a 4.687 días completos o, dicho de otra manera, a 60 empleados que trabajarían full time por el bien común.
SER VOLUNTARIO HACE BIEN
Las personas que se suman al voluntariado de los Bancos de Alimentos suelen coincidir en que sus acciones generan un impacto positivo tanto en la comunidad a la que se alcanza como a nivel individual. “Hay mucho crecimiento personal cuando dejamos de pensar por un momento en nosotros mismos y ponemos el foco en el otro”, explica Oscar Velasco, voluntario del Banco de Alimentos Tucumán desde hace 9 años.
Desde que Oscar ingresó al voluntariado a sus 21 años, no sólo tuvo “la satisfacción de hacer algo por la comunidad a la que pertenecemos”, sino que también pudo forjar vínculos personales que, nueve años después, aún sostiene. “Tuve la alegría de hacer grandes amistades con otros voluntarios y con la misma gente del Banco de Alimentos. Además, las tareas que fui desarrollando me permitieron adquirir habilidades de liderazgo, comunicación y trabajo en equipo. Incluso me dio la posibilidad de ganarme una Beca de estudio para viajar a Estados Unidos ya que los voluntariados son muy apreciados a nivel mundial”, comenta el joven voluntario.
Claudia Obieta, voluntaria del Banco de Alimentos Santa Fe, es docente y vive al voluntariado como la posibilidad de “contribuir a modificar algunas situaciones a través del esfuerzo unido, aprendiendo de quienes nos rodean para agudizar nuestra sensibilidad”. Actualmente Claudia realiza visitas a las organizaciones sociales para interiorizarse sobre las necesidades y la modalidad de trabajo de cada una de ellas. Claudia recomienda realizar tareas de voluntariado “para trabajar en cooperación para el bien de los demás, algo que los reconfortará inmensamente”.
Otra destacada voluntaria del Banco de Alimentos Santa Fe, Karina Lacourly, sumó su experiencia comercial y su entusiasmo a sus labores diarias del Banco y actualmente forma parte de la Comisión Directiva del BASFE y del staff de la RED. “Lo que más me gustó del voluntariado fue formar un equipo, trabajar en conjunto. Comencé en el Área de Desarrollo de Donantes y luego me interioricé en la campaña de Cajas Navideñas con la intención de acompañar desde mi lugar para que se vuelva una campaña nacional de recaudación de fondos. Ese fue el puntapié por el cual llegué a desempeñarme como Coordinadora de Alianzas de Producto y Logística REDBdA, por eso le recomiendo a cualquier persona desarrollarse como voluntaria, es algo que me cambió la vida, me cambió la forma de ver las cosas.”
VOLUNTARIADO PARA TODA EDAD
Los Bancos de Alimentos cuentan con distintos programas de voluntariado que contemplan tareas para que cualquier persona que desee contribuir con el bien común, pueda hacerlo. Uno de ellos es el programa de “Voluntariado educativo”, una experiencia informativa e inmersiva de niños y adolescentes de distintas instituciones educativas que se acercan al Banco a aprender y a colaborar como voluntarios. Por ejemplo, durante el invierno del 2023 varios colegios y secundarias realizaron esta acción en el Banco de Alimentos de Tucumán, en el que clasificaron limones pertenecientes a la gran acción de recupero “Marea Amarilla”. Esos frutos no solo llegaron a las organizaciones sociales de su comunidad, sino que alcanzaron a todos los BdA que integran la REDBdA.
Laura Ferrarini, voluntaria del Banco Alimentario La Plata, comenzó su voluntariado en el año 2017, clasificando las frutas y verduras recuperadas en el Mercado Regional de La Plata. “Conocí al Banco y en seguida me sumé como voluntaria, pero no sola ¡con toda mi familia!”. Laura deseaba que sus tres hijos compartieran con ella las labores de voluntariado una o dos veces por semana. Actualmente aún participan de eventos y campañas de difusión del BdA. “Me hace feliz que conozcan la realidad y que sepan que uno, desde su lugar, puede hacer algo para cambiarla”.
Pero las labores voluntarias no solo están pensadas para los más jóvenes. En el Banco de Alimentos Rosario cuentan desde el año 2019 con el apoyo diario de Rubén Rizzi, voluntario de 78 años que clasifica alimentos antes de ser almacenados y entregados a las instituciones con las que colabora el BAR. “Ser voluntario me hace bien, en el sentido físico no estoy en mi casa todo el día. Acá en BAR hay compañerismo, he ganado miles de amigos. Me llaman ‘el tío’. Todo aquel al que le sobren horas y venga a pasarlas acá, es lo mejor que puede hacer.”
En el Banco de Alimentos Mar del Plata, José Luis Cuenca de 61 años y su esposa Silvia, también realizan su voluntariado de forma diaria. “Al principio comenzamos concurriendo dos veces por semana y en razón de la necesidad del Banco comenzamos a accionar todos los días”, recuerda José sobre sus comienzos como voluntario del Banco en el 2021. La pareja de voluntarios marplatenses comenzó clasificando té y actualmente realiza todo tipo de laboren en el BdA, ya que “todas las tareas son necesarias y gratificantes”. Sobre ser voluntarios en el Banco, ambos opinan que “el hecho de saber que muchas personas reciben alimentos gracias a nuestra tarea nos hace emocionarnos profundamente, como así también nos da alegría cuando llegan donaciones abundantes al Banco”.
VOLUNTARIADO UNIVERSITARIO
Múltiples Universidades Nacionales cuentan con la posibilidad de acercar al estudiantado a las organizaciones de la sociedad civil, para conocer distintas problemáticas y formas emergentes de resolverlas. Gastón Zappalá, Director Ejecutivo del Banco Alimentario La Plata, conoció al BdA a través de una cátedra de la Facultad de Ingeniería de la UTN cuando “comencé como voluntario en agosto del 2013. Nos plantearon un problema logístico real sobre almacenamiento de alimentos utilizando al Banco Alimentario como ejemplo. Así comencé mi voluntariado, con el objetivo claro de incrementar la cantidad de posiciones para guardar más comida para las organizaciones sociales. Con los años me fui involucrando en la vida del Banco hasta que comencé a formar parte del staff. Actualmente soy el Director Ejecutivo.”
Sobre el vínculo de los Bancos con las Universidades, Gastón comenta que “siempre recomiendo todo tipo de voluntariado pero, en el caso puntual del voluntariado universitario, lo veo como una práctica real de la profesión que elegís. En el caso de La Plata, actualmente tenemos un vínculo construido con la Universidad, con la finalidad de tener un flujo constante de voluntarios que aporten a mejorar cada día más el Banco y ellos se la experiencia de trabajar de forma tangible y profesional”.
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Consultá en el mapa interactivo y comunicate con el Banco más cercano a tu región. Allí podrán informarte qué tareas y programas existen para ser un voluntario de BdA: