Se llevó a cabo el Conversatorio Nacional “Por un país sin hambre”, en el cual se reunieron referentes de diferentes sectores para compartir problemas, soluciones y experiencias que permitan elaborar estrategias para lograr la seguridad alimentaria en el país.
“Desde hace 20 años estamos en emergencia alimentaria. Necesitamos reflexionar, pero, sobre todo, necesitamos pasar a la acción, de manera articulada y con mirada de largo plazo. La única forma de hacerlo es trabajando en red. Necesitamos transformar alimentos en oportunidades, vulnerabilidad en esperanza. Con este conversatorio buscamos elevar el debate y construir puentes entre quienes compartimos la convicción de que un país sin hambre es posible”, expresó Alejandro Arhex, presidente de Bancos de Alimentos Argentina, para comenzar el espacio de intercambio.
Durante el primer panel, integrado por Agustín Salvia (Observatorio de la Deuda Social Argentina UCA), Sebastián Waisgrais (UNICEF Argentina), Elizabeth Kleiman (FAO Argentina) y Gabriela Real (Presidente del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales del Ministerio de Capital Humano de la Nación); se coincidió en la importancia de la generación y análisis de datos actualizados y de su trazabilidad para poder generar políticas públicas efectivas, que beneficien, sobre todo, a la niñez y a la adolescencia.
Según datos del último informe de Pobreza de Unicef, hoy en Argentina la pobreza por ingresos afecta a 6,4 millones de niñas y niños de los cuales 1,5 millones viven en la indigencia, lo que implica que 1,7 millones dejaron de estar bajo la línea de pobreza entre el primero y el segundo semestre de 2024. Si bien en el último tiempo esta tendencia marca una baja, y todos coincidieron en el impacto positivo que en este sentido tienen las transferencias directas de la ayuda social, sobre todo los cambios implementados en la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Prestación Alimentar, desde 2016 el país mantiene niveles estructuralmente elevados de pobreza, sin poder bajar de los 30 puntos.
En ese marco, Salvia destacó que “Tener un jefe de hogar sin empleo o fuera del empleo formal aumenta en un 80% la probabilidad de caer en la inseguridad alimentaria. Parte de la solución del problema entonces es generar buenos empleos. Se precisa inclusión sociolaboral a través de inversión en hábitat, educación, salud y empleo comunitario”.
Por su parte, Gabriela Real remarcó que la desintermediación y la mejora en la focalización de la ayuda social permitió reforzar la cobertura a las familias. “La coordinación, la integralidad y la visión estratégica son fundamentales para garantizar el acceso a una alimentación adecuada, nutritiva y suficiente. No queremos un Estado que reparta a ciegas, queremos que planifique, monitoree, evalúe y garantice que los recursos lleguen donde tienen que llegar”, señaló.
A continuación, el evento contó con la presencia de Juan Carlos Buitrago, director ejecutivo de Bancos de Alimentos de Colombia (ABACO), quien viajó a la Argentina para compartir la experiencia de trabajo en ese país, donde los Bancos aumentaron las entregas de alimentos de 17 millones a 50 millones de kilos en los últimos 7 años.
Dando el paso a los representantes del sector privado, tres empresas compartieron sus miradas sobre la situación de la seguridad alimentaria en el país. Matías Victory (McCain) Lucía Riesco (Nestlé) y Jorgelina Rodríguez (Dia Argentina) acordaron que el acceso y la inocuidad son clave para contribuir a la solución, a través de eficiencia e innovación. A su vez, destacaron la problemática de la logística y la necesidad de generar políticas públicas que faciliten el rescate de alimentos, generando incentivos a las empresas que quieran recuperarlos y hacerlos llegar a quienes no cuentan con un plato de comida, ya que hoy es más barato para las corporaciones desecharlos que rescatarlos.
Para finalizar, Pablo Algrain, director ejecutivo de Bancos de Alimentos Argentina, agradeció y presentó “Embajadores Contra el Hambre”, una iniciativa que busca el compromiso de cada persona. Sumar voces, talentos e influencias para amplificar un mensaje y despertar conciencia social frente a una realidad que no puede esperar.
Por otra parte, destacó: “En Bancos de Alimentos creemos que necesitamos cambiar las reglas para poder cambiar los resultados. Hoy donar alimentos es más difícil que descartarlos. Las empresas tienen más obstáculos que incentivos para donar. Necesitamos urgentemente avanzar en cambios regulatorios que promuevan las donaciones. Además, necesitamos un marco legal moderno y seguro para las donaciones. También tenemos que revisar con urgencia las fechas de vencimiento. Hoy se descartan muchos alimentos que sabemos que son aptos para consumo”.
A su vez, Algrain compartió dos acciones concretas: Datos que Alimentan, programa que busca la estandarización de sus modelos de medición para relevar indicadores de inseguridad alimentaria en todo el país y, por otro lado, la implementación de Directo al Rescate una app que vuelve más eficaces los rescates gracias a la implementación de tecnología para conectar pequeños donantes con beneficiarios.